Elegir una conserva parece una tarea sencilla… hasta que te plantas frente a la estantería y te encuentras con un océano de etiquetas, ingredientes y términos que parecen sacados de un examen de química.
¿Qué significan todos estos datos? ¿Cómo saber cuál es la mejor opción? ¡No entres en pánico! Aquí te damos las claves para elegir la conserva perfecta sin perder la cabeza.
1. El origen importa
Siempre que puedas, revisa el lugar de producción del producto. Apostar por conservas de proximidad no solo garantiza frescura, sino que también apoya a los productores locales y reduce la huella de carbono.
Busca indicaciones de denominaciones de origen o sellos de calidad que avalen su procedencia.
2. Menos ingredientes, más calidad
Si tiene una lista de componentes más larga que la de tus compras de Navidad, mal asunto.
Opta por aquellas en las que estos son simples y reconocibles. Por ejemplo, en el caso de las habas en conserva, lo ideal sería encontrar solo habas, agua y sal. Cuanto más natural, mejor.
3. Método de conservación: ¿aceite, agua o escabeche?
El líquido de cobertura influye en el sabor y la textura del producto. Aquí tienes algunas claves:
- En aceite: perfecto para pescados y mariscos, ya que realza su sabor y los mantiene jugosos; si es aceite de oliva, ¡punto extra de calidad!
- En agua o al natural: ideal para quienes buscan una opción más ligera y versátil.
- En escabeche: aporta un toque de sabor inconfundible y permite una mayor durabilidad sin necesidad de aditivos.
4. Ojo con los valores nutricionales
Si bien las conservas son una opción práctica y saludable, es importante revisar su contenido de sal y azúcares añadidos.
Una buena conserva no necesita conservantes artificiales ni cantidades excesivas de sal para ser deliciosa. La clave está en el equilibrio.
5. Fecha de caducidad vs. consumo preferente
Que una lata lleve meses en la despensa no significa que se haya convertido en un fósil.
Existe una diferencia entre fecha de caducidad (cuando un producto ya no es seguro para el consumo) y fecha de consumo preferente (cuando aún lo es, pero su calidad puede verse ligeramente afectada).
En las conservas, lo habitual es encontrar la segunda opción, lo que te permite planificar tu despensa con tranquilidad.
6. Elige envases responsables con el medioambiente
Si quieres sumar un plus de compromiso a tu compra, opta por conservas en envases reciclables como vidrio o latas de aluminio.
Además, revisa que las marcas cuenten con certificaciones de sostenibilidad en sus procesos de producción.
En definitiva, leer etiquetas no tiene por qué ser un dolor de cabeza. Con estos consejos, la próxima vez que te enfrentes a la estantería de conservas, elegirás con confianza y sin estrés.
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